Las finales de los Juegos Bonaerenses, que se desarrollan en Mar del Plata, ingresan en la recta final. Desde el 1 de octubre, 30 mil finalistas compiten en el evento deportivo y cultural más importante de la Provincia. El nadador Sebastián Galleguillo representó a Florencio Varela en Natación PCD y, además, tuvo su debut como entrenador en esta edición.
Sebastián Román Galleguillo tiene 21 años y es oriundo de Florencio Varela. Desde pequeño le diagnosticaron hipoacusia y, a sus casi 11 años, se sumergió por primera vez en una pileta por recomendación médica, lo que terminaría generando un cambio radical en su vida.
En el agua de un natatorio encontró la pasión por el deporte que lo catapultó hoy a ser uno de los máximos exponentes en Natación PCD de la provincia de Buenos Aires. Su estilo es el nado pecho, en el que obtuvo la medalla de oro en la prueba de 50 metros en los Juegos Bonaerenses 2022.
¿Qué sentiste al participar de estos Juegos Bonaerenses 2022?
Volver a competir en estos juegos post pandemia fue algo muy lindo. Es una experiencia única y la verdad es que se extrañaba mucho estar con la gente sin barbijo, sin protocolo. Es hermoso estar acá compartiendo con otros deportistas en el hotel, en los escenarios, representando a mi distrito. Es algo único. Quisiera agradecer al Municipio que siempre se portaron bárbaro con todo y a los profes que nos acompañan y aguantan día a día.
¿Qué pudiste notar y destacar de estos Juegos Bonaerenses por sobre otros?
Hubo muchos deportes nuevos, sobre todo para personas con discapacidad (PCD). Está muy bueno porqué le das un sentido y una oportunidad a todos para sentirse incluidos. Yo lo veía como deportista, y ahora que también lo hago como docente, ver a los chicos emocionados, nerviosos y ansiosos es algo muy lindo, me encantó.
Este año tuviste tu debut como profesor, ¿Cómo viviste esta primera experiencia?
La experiencia fue muy linda, muy loca. Fue una mezcla entre emoción, ansias y preocupación; pero hermosa. Además, no sólo fue mi primera vez como entrenador, sino que también la primera competencia de mi alumna, por lo que estábamos los dos nerviosos. Pero me dejó muy contento verla nadar y que encima salga segunda.
Hace poco obtuviste una beca deportiva, ¿Cómo se dio la oportunidad?
Sí, la beca que obtuve fue en el CeNARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) por medio del seleccionado de sordos, luego de que en la pandemia se hiciera conocida una historia mía de cuando hicimos con mi familia una pileta para que yo pudiera entrenar. Fue tan viral que me dieron un reconocimiento al esfuerzo y desde marzo estoy viviendo ahí, entrenando y estudiando el profesorado.
¿Cómo surgió la idea de crear una pileta en el patio de tu casa?
La idea fue de mi vieja. Estaba angustiado porqué quería nadar, entrenaba bien pero yo quería volver a tocar el agua, por eso fue que mi mamá dijo ‘vamos a hacerle una pileta al nene’ y así empezó. En tres días la armamos a puro corazón y pasión.
¿Extrañas algo de la vida que tenías antes de ser nadador profesional?
Extraño los momentos que pasaba con mis viejos. En la pandemia estuvimos compartiendo mucho tiempo juntos, tratando de sacar la economía adelante, que fue todo un tema, pero la verdad es que la pasamos re bien. Nos levantábamos a las seis de la mañana y hasta las once de la noche estábamos juntos los tres. Pero más allá de eso, y que siga extrañando un poco, no me arrepiento.
La influencia de tus padres es notoria, ¿cuánta responsabilidad han tenido para que hoy seas quién sos?
Mucha, ya que me enseñaron a ser humilde y positivo siempre. Porque si vos sos un chico con discapacidad, cuando vas creciendo la vida se te hace muy dura y tenés que saber que cualquier mala noticia, o cualquier golpe que te den, hay que dejarlo de lado y buscarle el lado positivo para ir hacia adelante.
En cuanto a tu carrera, ¿cómo ves tu futuro como atleta?, ¿Cuál es tu próximo objetivo?
Mi objetivo es lograr participar a nivel internacional. En 2021 se hizo el mundial de sordos en Polonia y este año los Juegos Olímpicos en Brasil. Yo no pude participar en ninguno por problemas técnicos de mediciones que son requisitos mínimos. Fue una derrota para mí porque quería hacerlo. Estaba entrenando para eso y no hay nada mejor para un deportista que llegar a esos niveles, así que me sentí derrotado. Pero a pesar de eso, al otro día, me levanté como siempre a las 7 de la mañana para entrenar, ponerme el cuchillo entre los dientes y pensar que si no fue en esta oportunidad será en la próxima. Y sino en la próxima, y así hasta que se me dé.
Si bien ya comentaste que estudias para ser profesor de natación, ¿Existe algo más que te gustaría hacer cuando ya no compitas?
Sí. Si todo va bien, el año que viene estaré finalizando la carrera de profesor de natación y quiero empezar el profesorado de educación física. Así que, si Dios quiere y me tienen paciencia, voy a estar trabajando como profe, quizás en futuros Juegos Bonaerenses. Yo lo que realmente quiero es poder transmitir todo lo que me enseñaron, con mucha pasión y orgullo, y ver que otro logre lo que yo o más, que se superen.
¿Hay algún mensaje que quieras dejarle al resto de los y las deportistas?
Sí. Quisiera decirles que si les interesa algún deporte, háganlo. Hoy en día hay diferentes disciplinas, tanto convencionales como adaptadas, para que vayan, prueben, y no se queden con las ganas. Disfruten lo que es el deporte y sepan que si no les va bien, no importa. Lo que verdaderamente importa es que participen y se superen.